viernes, 9 de marzo de 2007

Potpurri Boyáco

Finalmente, y luego de muchas vicisitudes, las letras regresan a La Luna en quiebra con un especial que justifica el silencio impuesto por la tarea diaria de ganarse el pan. H. Lamondat llegó de su kilométrico periplo con un potpurrí boyáco para los lectores de esta quiebra voluntaria. Nuestra dedicada lectora charrúa y otros invitados podrán deleitarse con algunos entremeses del cuaderno de viajes que nuestro corresponsal logró trazar en medio de una deshidrata experiencia y una toxoplasmosis recalcitrante.

Héctor Lamondat (arriba en la foto) fomentó el reencuentro con sus hermanos. Después de 20 años de disputas y orgullo, finalmente, el clan Lamondat da por terminada la disputa añeja que desde la infancia zanjó el amor desmedido de tres hermanos por "Clarita" la vaca de sus lactosas infancias. Atrás quedaron las amargas ofensas, y el amor filial arde con furor para felicidad de toda la estirpe Lamondat. Nuestro cronista se adentró en su Choncotá (Cundinamarca) natal para limar las asperezas del ayer antes de buscar terreno en su destino de viaje. La tierra boyacense.

Su manager, al responder los llamados de la dirección de La luna en quiebra, informó vía telefónica, que su apoderado manifestó desde su lecho de enfermo en recuperación, una sentencia prometedora:

-Es cuestión de días para estar de vuelta.

Así pues, damos respuesta al Tsunami de correos de papel y electrónicos que llegaron a nuestra redacción indagando por la suerte de Lamondat.

Desde aquí un un gran saludo para nuestro cronista en franca recuperación.




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